domingo, 16 de marzo de 2008

VIAJE A DINAMARCA 2º Parte (un San Valentín inolvidable)

Si el primer día fue largo…el segundo ni os cuento. A las 8 de la mañana sonó el despertador “Como un lobo, voy detrás de ti…paso a paso tu huella he de seguir” (así es…todos los días de nuestra estancia en Denmark nos despertábamos con esa canción. Abrimos el ojo pero retrasamos todo lo que pudimos el momento de levantarnos, pero la hora iba pasando y teníamos que vestirnos o perderíamos el tren para ir a Copenhague.
Una vez arregladas nos dispusimos a salir de casa, todas vestidas con algo rojo ya que era San Valentín. Llegamos a la estación, cogimos los billetes y se nos fue el tren ¡bien! Así que…a esperar media horita allí sentadas en el suelo. El viaje era de unas 3 horas y decidimos dormirnos. (Como si yo que vivo en Zaragoza me cojo el tren para ir a Barcelona de compras y luego me vuelvo…raro, pero fue algo parecido J ).

Por fin llegamos a nuestro destino, Copenhague. Allí se encuentra la calle peatonal más larga de Europa. Calle para arriba, calle para abajo todo lleno de tiendas Gucci, Louis Vuitton…era todo precioso. Hicimos cada una nuestras compras y fuimos a ver monumentos. Fuimos a ver un museo erótico, a ver una plaza muy bonita que había allí, vimos el Tívoli y como no podíamos dejar de ver a la “Litle Madermine” o como se escriba, o lo que es lo mismo “La Sirenita” puesto que la famosa de Disney es de allí, es de Dinamarca. Andamos y andamos un largo rato y por fin la vimos. Íbamos ya en antecedentes y nos habían dicho que era un poco fea, yo no me esperaba ver a una Sirenita como Ariel, pero tampoco una como la que había…tantas horas andando para ver eso… pero bueno fue una experiencia.

Eran las 7 de la tarde y ya habíamos hecho todo pero nuestra amiga que vivía allí nos quería llevar a Cristiania. Este es un barrio sin propiedad privada en el que las drogas blandas están legalizadas y en que no se pueden hacer fotos. Ángela, la que vive allí, ya había ido varias veces y le gustaba pero Raquel y yo…pasamos un poco de miedo. Eran de noche, la gente era un poco extraña, se calentaban en la calle usando bidones de metal y haciendo fuego con ellos. Fue una gran experiencia y recomiendo, a pesar del miedo que pase al principio, que la gente lo vea pronto. Es un barrio que prevén desaparecerá pronto puesto que ya no solo se toman drogas blandas sino que las drogas duras…por desgracia también se han hecho su hueco.

Después de estas peripecias, de reir, de llorar, hacer compras, fotos…regresamos a Horsens. Llegamos todas muy cansadas sin ganas de nada. En un principio no íbamos a ir a la “Comun room” (habitación en la que se reunían todos del piso y en la que se hacían las fiestas) pero fuimos a ver el ambiente. La cosa poco a poco se fue animando y…vaya noche que pasamos. Yo no se como lo hice que no recordaba nada. Me desperte mareada y con una resaca de impresión. Mi versión de la noche anterior fue que bebí, que me puse un poco mala, que me duché y que me fui a dormir pero…la VERSIÓN OFICIAL fue:

""Bebí, hable con todo el mundo habido y por haber es español, inglés y lo que hiciera falta, bailé jotas y sevillanas, devolví, luego fui al baño y me metí vestida en la ducha y me senté notando como me caía el chorrillo de agua en la cabeza. Después de esta escena Raquel entró en el baño y me dijo que me quitara la ropa que ella me ayudaba a ducharme que ella ahora volvía…pero claro…igual se pensaba que mi estado lo pude hacer y se dio cuenta de que no, así que me desvistió y me duchó tres veces. Pese a su intento no consiguió que yo mejorara, me puso el pijama y me llevó a la habitación. Álvaro, un chico de los que estaban por allí trajo el secador para que alguien me secara el pelo. Solo recuerdo ese momento en el que yo estaba sentada en mi cama y delante de mí había 4 personas sentadas que lo único que hacían era mirarme fijamente. Yo no hablaba ni reía ni hacía ningún tipo de gesto. Solo le decía a Raquel “jo, me quiero morir”. Mi cara estaba blanca y mis labios no tenían color, estaban a punto de llamar al médico pero con el tiempo vieron que mejore y me dejaron dormir. ""

Esa fue la noche de San Valentín del 2008…no la olvidaré nunca. Esto dio de si nuestro segundo día de estancia en Dinamarca.